LOS PULMONES
Los pulmones son
responsables de proporcionar oxígeno al torrente sanguíneo, además de la
eliminación de dióxido de carbono. A lo largo de toda la vida, una persona
puede usar sus pulmones para respirar con más de mil millones de veces.
Los plumones están situados en la cavidad torácica. Están protegidos por
la caja torácica y están recubiertos por una doble membrana lubricada
llamada pleura.
El pulmón derecho consta de tres lóbulos mientras que
el pulmón izquierdo es ligeramente más pequeño y consta de sólo dos lóbulos.
Cada pulmón contiene un árbol
bronquial, una red de vías cartilaginosas llamadas bronquios y los bronquiolos,
donde el aire es absorbido por los alvéolos. En conjunto, los pulmones
contienen aproximadamente 2.400 kilometros de vías respiratorias y de 300 a 500
millones alvéolos.
La cavidad pleural es el espacio entre las dos
membranas serosas (pleurales) de los pulmones; la pleura parietal, que recubre
la pared interna de la caja torácica y la pleura visceral.
El parénquima del pulmón se refiere únicamente al
tejido alveolar funcional, pero el término se utiliza a menudo para referirse a
todo el tejido pulmonar, incluyendo los bronquiolos respiratorios, los
conductos alveolares, bronquiolos terminales, y todos los tejidos de conexión.
FUNCION DE LOS PULMONES
La respiración se lleva a cabo en los pulmones. El paso
del aire a los pulmones para suministrar oxígeno al cuerpo se conoce como la
inhalación, y el paso de aire fuera de los pulmones para expulsar el dióxido de
carbono se conoce como la exhalación; este proceso se llama respiración.
Todo el proceso de inhalación es impulsado por el diafragma, un músculo
debajo de los pulmones. Cuando el diafragma está en calma, los pulmones están abiertos.
Cuando se tensa el diafragma, los pulmones se comprimen, para expulsar el
dióxido de carbono. Este proceso se repite continuamente, incluso mientras
dormimos.
Volúmenes y capacidades pulmonares
Los volúmenes y capacidades pulmonares se refieren al volumen de aire asociado con diferentes fases del ciclo respiratorio.
Los volúmenes pulmonares incluyen
el volumen de reserva inspiratorio, el volumen corriente, el volumen de reserva espiratorio y el volumen residual. La capacidad pulmonar total depende de la persona, de la edad,
altura, peso, sexo y normalmente oscila entre 4 y 6 litros.
Modificación de sustancias
Los pulmones convierten la angiotensina I a angiotensina II. Además,
eliminan varias sustancias sanguíneas -tales como algunos tipos de
prostaglandinas, leucotrienos, serotonina y bradiquinina.
ENFERMEDADES
Las enfermedades pulmonares son algunas de las
condiciones médicas más comunes en el mundo. Fumar, las infecciones, y la
genética son responsables de la mayoría de las enfermedades pulmonares.
Enfermedades pulmonares que afectan las vías aéreas
Las enfermedades que afectan las vías
respiratorias incluyen::
§ Asma. Las vías
respiratorias están persistentemente inflamadas, y pueden sufrir de vez en
cuando un espasmo, causando sibilancias y falta de aliento. Las alergias, las
infecciones o la contaminación puede desencadenar los síntomas de asma
síntomas.
§ Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Son condiciones pulmonares
definidas por una incapacidad para exhalar normalmente, lo que provoca
dificultad para respirar.
§ Bronquitis crónica. Una forma de EPOC que se caracteriza por producir
tos de forma crónica. La respiración también se hace difícil en esta forma de
la EPOC.
§ Enfisema. Es una forma de
EPOC en la que el daño pulmonar permite que el aire quede atrapado en los
pulmones. El síntoma principal es la dificultad para exhalar.
§ Bronquitis aguda. Una infección
repentina de las vías respiratorias, generalmente por un virus.
§ Fibrosis quística. Una condición
genética que causa mal despeje de la mucosidad de los bronquios. El moco
acumulado da como resultado infecciones pulmonares repetidas.
§ Fibrosis pulmonar. Se produce cuando
tejido pulmonar se daña y se cicatriza, haciendo que sea difícil que los
pulmones funcionen correctamente.
Consejos para cuidar los
pulmones naturalmente
1. Sigue una alimentación variada, sana y equilibrada
Aunque no lo creas, ¿sabías que todo aquello que
comas también influye en la salud de los pulmones? Efectivamente, de la misma
manera que ocurre por ejemplo con otros órganos tan importantes de nuestro
cuerpo como es el caso de los riñones o del hígado, en el caso particular de
los pulmones existen determinados alimentos protectores, muy
beneficiosos, y otros que en definitiva no lo son tanto.
Destacan especialmente los alimentos más ricos en
los siguientes nutrientes esenciales:
·
Vitaminas antioxidantes: como es el caso
de la vitamina C (cítricos como la naranja, limón y pomelo, además de kiwi,
pimiento verde y rojo, brócoli y fresas) y la vitamina E (cereales integrales,
aceites vegetales, germen de trigo, margarina, almendra y cacahuetes).
·
Omega 3: es un ácido graso que influye de
manera muy positiva en la salud de nuestros pulmones. Lo puedes encontrar sobre
todo en el aceite de pescado, pescado, marisco, aceite de linaza, soja y
verduras y hortalizas.
·
Betacarotenos: zanahoria, espinacas, albaricoque,
melón y pimientos.
·
Selenio: es un mineral igual de beneficioso
para los pulmones. Lo encuentras en carnes (carne roja, pollo y hígado),
pescado y huevos.
2. Evita el exceso de sal
Es sabido por todos que la sal,
consumida en exceso, se convierte en un gran enemigo para la salud de nuestros
riñones, pero lo que no muchos conocen es que también lo es para nuestra salud
pulmonar. ¿El motivo? Recientes estudios han permitido constatar que aquellas dietas ricas en sodio
incrementan el riesgo de sufrir asma, o lo agravan en casos de
adultos que ya la presenten.
3. No fumes y aléjate de aquellas zonas con humo
Si fumas habitualmente, o
incluso sólo de forma ocasional, es posible que aún no conozcas cuáles son
algunas de las principales consecuencias
del tabaco. Evidentemente, una de las más conocidas y populares tiene que
ver con los efectos tan nocivos que producen en nuestro aparato respiratorio,
llegando a ocasionar enfermedades respiratorias como el asma, la bronquitis, el
enfisema pulmonar u obstrucciones crónicas. Además de otras enfermedades más
graves, como es el caso de cáncer de pulmón, cáncer de laringe y cáncer de
faringe.
¡Sabías que
también es negativo para prácticamente todo tu cuerpo¡ Incrementa el riesgo
de gastritis, cáncer de estómago, úlceras, acidez
de estómago, incrementa el riesgo de infarto
de miocardio, anginas, hipertensión, insuficiencia cardíaca,
arteriosclerosis, pérdida de libido e impotencia.